El encantador Château de la Roulerie, cubierto de hiedra, se encuentra en el corazón de una finca que data de 1070 y está impregnada del folclore local. El castillo en sí fue construido en el siglo XV y lleva el nombre de un caballero del siglo XIV, el Caballero Raoul, cuya conexión con la propiedad se ha perdido en el transcurso del tiempo.

El actual propietario es Philippe Germain, que retomó la elaboración de vino en la finca después de un paréntesis de 20 años. Con la ayuda de su esposa y su hermano, Philippe cultiva 38 hectáreas de vides que han sido certificadas como orgánicas desde 2015. Estas propiedades incluyen parcelas en terrazas en las laderas del Valle del Loira que son una verdadera rareza en el Valle del Loira. La propiedad está plantada predominantemente con Chenin Blanc que prospera en los suelos de esquisto.

La región es más conocida por sus vinos dulces Coteaux du Layon, que alcanzan una calidad excepcional gracias al cercano río Layon. A lo largo de milenios el río ha tallado colinas onduladas como las que se encuentran en el Château de la Roulerie y crea nieblas matinales a finales de verano que ayudan a promover la botritis o “podredumbre noble”. Este hongo desempeña un papel fundamental en las técnicas tradicionales de vinificación del Val du Layon, ya que seca las uvas, aumentando su contenido de azúcar e intensificando los sabores.

Cuando se vinifican, estas uvas producen vinos de postre decadentes cuyos profundos tonos dorados y sabores a nuez y miel recuerdan a los finos vinos Sauternes de Burdeos. Los vinos dulces de Château de la Roulerie suelen estar clasificados con frecuencia entre los mejores Coteaux du Layon y envejecen con elegancia durante varias décadas.

Además de los impresionantes vinos dulces, Château de la Roulerie ha atesorado plantaciones de antiguas vides de Cabernet Franc y produce una serie de vinos secos al estilo tradicional local. Entre ellos se encuentran un Anjou Rouge elaborado con Cabernet Franc y un Rosé D’Anjou elaborado con las uvas Gamay y Grolleau que se cultivan habitualmente en el Valle del Loira.

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