Antes de girar el vino se huele ‘a poca parada’, a continuación se imprime un movimiento giratorio e inmediatamente se aspira por la nariz mientras el líquido todavía se encuentra en movimiento. Este procedimiento le hará percibir diferencias entre ambos ‘golpes de nariz’. Las inhalaciones debes ser largas y profundas así como cortas y vigorosas, alternando entre ambas.

El primer elemento que se identifica en el análisis olfativo es la fruta (moras, grosellas, fresas, arándanos, frambuesas,…), los siguientes olores que se suelen identificar provienen casi siempre de las barricas donde se han criado (cedro, vainilla, caramelo, pan…).

El vocabulario de los aromas

Existen un gran número de términos para describir las notas olfativas. Entre las más usadas se encuentran:

  • Florales: rosa, violeta, acacia, jazmín y azahar.
  • Especiados: pimienta, clavo, regaliz, anís y canela.
  • Frutales: limón, pomelo, grosella, cereza, manzana, melocotón, albaricoque, pera, melón, piña y litchi.
  • Vegetales: paja, maleza, heno, hierba, espárrago y aceituna.
  • Animales: caza mayor, almizcle, cuero, piel o lana húmedas.
  • Balsámicos: resina, pino, roble, cedro y vainilla.
  • Empireumáticos: cocido, matices de asado, pan tostado, café, caramelo, alquitrán y ahumado.
  • Químicos: levadura, azufre, esmalte de uñas, vinagre y plástico.
  • Minerales: fósforo, creta, suelo volcánico, tierra, aceite, petróleo y gasolina.
  • Varios: nuez, miel y mantequilla.

Fuente: https://www.vinetur.com/20081126142/como-catar-un-vino.html